Te vi
escondida y de color,
fue ese pincel
que transformó tu rostro,
noté tus manos manchadas
y felices.
Fue amarilla tu sonrisa?
O era el sol
que devorabas?
Los trozos de espejos
sobre el mesón
reflejaron tu fausto matiz.
La brisa fresca,
que invadió tu taller,
hoy,
te robó los grises.
ULGDORST
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